Nací en el seno de una familia de tradición de comerciantes, el último de 3 hermanos. Desde muy pequeño sentía mucha curiosidad por aprender nuevas cosas, entre juguetes dañados y rotos, regaños de mis padres y peleas con mis hermanos fui conociendo mis intereses. Mis padres inculcaron en mis valores como la responsabilidad, la gratitud y el altruismo. Este último ha levantado en mí, un gran interés de colaborar con personas que no se encuentran en mis mismas condiciones. Me formé como psicólogo clínico en la Universidad de las Américas Quito, estudiar la mente humana fue alimentando mi curiosidad y me brindó el conocimiento necesario para el abordaje de problemáticas sociales y de la salud mental. Actualmente me encuentro cursando la carrera de Comunicación Social en la Universidad Técnica del Norte. Gracias a los conocimientos adquiridos durante toda mi vida he podido colaborar a las comunidades junto a la Fundación Killka y dónde estamos convencidos que la educación es la clave para el cambio social.